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El Buen Ladrón

Relatos Dreamers

     La frustración se había apoderado de Selina Kyle. Entre ella y Robin habían explorado cada centímetro del exterior del museo. No habían encontrado ninguna irregularidad. Ni rastro de cómo había entrado o salido el ladrón.
-¿Estás segura de que no han guardado las joyas durante la noche?- aventuró Robin- Yo lo habría hecho…
-Ellos no- replicó Catwoman con decisión-. Nunca lo hacen. Además, es un cebo de Bruce, no tendría sentido que las guardasen.
-¿Sabes? Batman no me ha hablado de este plan.
-¿Te los cuenta todos?
     Robin bajó la cabeza y decidió buscar cualquier cosa a sus espaldas que pudiera mirar. No quería mantener la mirada de Catwoman. La gata sonrió.
-No te sientas mal- dijo, tratando de suavizar el golpe-. Bruce es así con todo el mundo. Que confíe en ti lo justo como para revelarte su identidad ya es mucho.
-Ya, pero…
     En ese momento Catwoman alzó la cabeza, indicando al muchacho con un gesto de la mano que guardara silencio. Súbitamente empezó a olisquear a su alrededor.
-¿Qué?- preguntó Robin en un susurro.
     A modo de respuesta, Catwoman saltó de la azotea con las garras por delante. Robin corrió tras ella, asustado por este comportamiento. Cuando se asomó a la calle, encontró a la ladrona sobre un hombre con gabardina.
-¡Baja, chico!- llamó ella- Teníamos compañía, ¿no es así?
-¡Suéltenme!- pidió el hombre, sobre cuya espalda había aterrizado Catwoman.
-Un tipo trajeado, con gabardina, con aspecto de pudiente…- enumeró la gata cuando Robin llegó junto a ella- Y sin embargo casualmente está en este callejón, junto a este contenedor de basuras vacío, y sin ninguna bolsa de basura. ¿Qué dirías tú, pajarito?
-¿El ladrón que vuelve al lugar del crimen?- tanteó Robin.
-O que lo abandona. Lleva un maletín. ¿Qué tiene dentro?
-¡Suéltenme y se lo explicaré todo! ¡Soy agente de la INTERPOL!
     Esas palabras parecieron irritar aún más a Catwoman, pero provocaron una reacción diferente en Robin. Al instante el muchacho intentó separar a la gata de su presa.
-Hay un robo, un agente de la INTERPOL y una reputada ladrona en el mismo sitio- susurró Robin al oído de Catwoman-. Tal vez sea una buena idea que no le hagas daño.
     La gata bufó y liberó al hombre. Este se arrastró un par de pasos antes de levantarse. Era un hombre maduro, de unos cuarenta y algo. Años atrás había sido rubio, como se adivinaba por los cabellos que aún no habían encanecido. Tenía un poblado bigote y un prominente mentón. Robin no pudo evitar pensar en Jim Gordon.Añadir Anotación
-¿Ven?- dijo, sacando la placa del bolsillo- Detective Matt McTheodore, de la INTERPOL. Lo que llevo en el maletín es material para investigación.
     Catwoman no pareció tan convencida como Robin.
-Ábrelo, muchacho- ordenó.
-¿Por qué yo?- protestó Robin.
-Porque no creo que esté bien que una reputada ladrona abra el maletín de un agente de la INTERPOL.
     Sonrió de medio lado. Por la mente de Robin pasó la palabra “Touché”.
-Está bien- murmuró con resignación-. Con su permiso, caballero…
-La clave es 6681- dijo diligentemente el detective.
     Robin ignoró la clave y sacó un juego de ganzúas de su cinturón.
-Digo que la clave…- comenzó McTheodore.
-Y yo digo que no me hace falta- le interrumpió Robin-. Además, no sería usted el primero que coloca una bomba en el maletín, o algo.
-Estás paranoico- comentó Catwoman.
-Sí, es normal, últimamente me junto mucho contigo.
     Mientras el chico abría el maletín, Catwoman se desenrolló el látigo de nuevo, lo dobló por la mitad y avanzó hacia el detective haciéndolo girar, en un gesto sensualmente desafiante.
-Y si es usted un detective de la INTERPOL- dijo con una cierta arrogancia-, ¿qué hace exactamente por aquí?
-Sigo el rastro de un peligroso ladrón de joyas- respondió McTheodore-. Supe de la generosa donación del señor Wayne y comprendí que el ladrón al que persigo vendría a Gotham.
-Usted sabe que aquí tenemos a Batman, ¿verdad?- terció Robin, aún forcejeando con el maletín.
-Oh, sí- replicó McTheodore con una sonrisa afable-. Pero créanme, su Batman aún no se ha enfrentado a nadie como Sam la Comadreja.
-Suena a nombre de dibujos animados- comentó Catwoman con un gesto de desagrado-. ¿Y qué hace tan especial a ese Sam la Comadreja?
     A McTheodore se le iluminaron los ojos. Al parecer le gustaba hablar de ese ladrón.
-Llevo años persiguiendo a la Comadreja- explicó-. Se le busca por robo en dieciséis países. Nadie le ha visto jamás la cara.
-¿Entonces cómo sabe que siempre es el mismo?
-Sus clientes. Investigaciones e interrogatorios nos han ayudado a descubrir que siempre contratan al mismo.
-Y aún así, se atreve a decir que nadie le ha visto la cara- aportó Robin desde su puesto.
-Hemos conseguido localizar a tres de los clientes de la Comadreja. Les hemos interrogado de todas las maneras imaginables, algunas de las cuales no me hacen sentir orgulloso. Cuando finalmente han confesado, uno de ellos dijo que iba vestido de payaso, otro que era un trabajador cubierto de mugre, y el último que se reunieron en una amplia sala y que Sam le habló desde algún punto en las sombras, sin dejarse ver y jugando con el eco.Añadir Anotación
-No me lo trago- replicó Catwoman.
-Tengo pruebas de lo que digo en el maletín.
-Pues ahora mismo vamos a verlas- proclamó triunfante Robin, acompañando sus palabras con el leve clic del cierre.
     Catwoman se acercó al maletín. Documentos oficiales acerca de la Comadreja. Fotografías de escenarios de robos. Las más recientes eran de la puerta del museo.
-¿Pretende cazar a su ladrón antes de que robe las joyas?- preguntó Catwoman.
-No pierdo nada por intentarlo- respondió McTheodore con optimismo.
     Catwoman cerró el maletín bruscamente.
-No lo intente- dijo-. Llega tarde, su ladrón ya ha robado en este museo.
     Y se alejó de aquel callejón, utilizando nuevamente su látigo para abandonar el nivel del suelo. Robin le devolvió el maletín a McTheodore, le dedicó una sonrisa de disculpa, se encogió de hombros y disparó su batcuerda para seguir a la gata.Añadir Anotación


(¡JA! ¡Empiezan a salir personajes míos! Sam la Comadreja y el detective McTheodore son creación de Javier "The Original Perillas’2005" Martínez. El resto siguen siendo de DC, y pa ellos los derechos y tal)

The Creeperillas, 4 de Marzo de 2005
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